La apariencia visual, o nivel de brillo, de un producto determina la percepción que tenga una persona sobre éste.
Sin embargo, la percepción es algo totalmente subjetivo, por lo que tenemos que recurrir a parámetros objetivos para cuantificar y definir la calidad visual de los productos. Para medir esto, se utiliza el brillo.
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¿Qué es el brillo?
Se define al brillo como la “luz reflejada o emitida por un cuerpo”.
Por ejemplo, en las pantallas, asociamos el brillo con la claridad con la que podemos ver los objetos que se visualizan en ellas.
Aunque, también, se puede aplicar a otros aspectos, como lo limpio y reluciente que queda el suelo después de una limpieza industrial.
Incluso se habla de brillo en la forma en la que la luz interactúa con la superficie de un mineral, y el modo en el que el mineral absorbe los colores.
En definitiva, el brillo tiene muchísimas connotaciones.
Nivel de brillo
Viene determinada principalmente por el tipo de superficie. Podemos encontrar un nivel de brillo alto, o un nivel de brillo medio y mate.
- Brillo mate
Reflejan imágenes con baja intensidad y poca claridad.
- Brillo alto
Reflejan imágenes con mucha claridad.
¿Por qué es importante la medición del brillo?
El brillo es el parámetro utilizado para valorar la apariencia superficial de un objeto.
Las superficies pulidas o lisas reflejan la luz directamente hacia una dirección exacta, como si fuese un espejo, de manera nítida y como efecto obtenemos un alto brillo.
Pero, por otro lado, en las superficies más rugosas, la luz sale en muchas direcciones distintas, totalmente dispersa.
“El brillo es tan importante que puede convertirse en factor de decisión para un consumidor, de cara a acepte o no comprar un determinado producto manufacturado.”
Las industrias en las que suele ser fundamental la medición del brillo son:
- Imprentas.
- Electrónica.
- Construcción.
- Decoración.
- Automoción.
- Sector naval.
- Plástico, barnices, pintura.
Para medir el brillo, se utilizan unos instrumentos portátiles llamados brillómetros, que se ocupan de reproducir la capacidad del ojo humano para percibir diferencias de brillo.
Son muy precisos y pueden medir el nivel de brillo de todo tipo de superficies, desde el más alto brillo hasta lo más mate que nos podamos encontrar.
¿Cómo se mide el nivel de brillo con un brillómetro?
El medidor de brillo o brillómetro es un instrumento empleado con el fin de medir la reflexión de la luz de una superficie u objeto de manera fiable y controlada.
El nivel de brillo se mide llevando un rayo de luz sobre una superficie y cuantificando la luz que nos devuelve.
El método para medir la reflectancia y el correspondiente ángulo de luz vendrá determinado por la apariencia y superficie del objeto a medir.
Las unidades de brillo se conocen como “Gloss Units” (GU), aunque en otros países tienen otros nombres. Por ejemplo:
- ENAC (España).
- NPL (Reino Unido).
- NRC (Canadá).
- BAM (Alemania).
En función del brillo de la superficie, habría que optar por usar distintos ángulos de medición.
Para todo tipo de brillos se utiliza el ángulo universal, básico o habitual de 60º, mientras, para los de bajo brillo es de 85º (corresponde a materiales con acabado mate) y de alto brillo 20º (para materiales brillantes).
En el caso de que el resultado de esta medición se encontrase dentro del intervalo entre 10 – 70 GU, decimos que la superficie tiene un brillo medio.
Si estuviese por debajo de las 10 GU, el brillo es bajo (recordando que el ángulo tiene que ser de 85º), y si supera los 70 GU, el producto u objeto tiene un brillo alto y se medirá con un ángulo de 20º.
“Los materiales que tienen un índice mayor de refracción tienen valores de medida superiores a las 100 GU. Por ejemplo, láminas.”
Si el material fuese transparente del todo, estos valores podrían ser muy superiores debido a la reflexión múltiple que se estuviese dando en el interior del material.
Además del nivel de brillo, hay otros instrumentos que sirven, por ejemplo, medir la dureza del suelo.
